domingo, 20 de enero de 2008

El Arbol de la Vida (Gustav Klimt)


La Fundación Juan March en Madrid organizó una muestra con más de 50 obras de Gustav Klimt, las cuales fui a visitar hace un año aproximadamete. La exposición narra los hechos acaecidos en esa época, donde a la vez convivieron la destrucción y disolución de lo antiguo y la creación de lo nuevo y donde Klimt entabla una lucha por la libertad del arte.

El eje central es quizá el monumental FRISO DE BEETHOVEN (es una copia autorizada). Según dijo la guía de la visita, el Friso, que estuvo rodeado de fuertes polémicas, llegando a ser acusado de reflejar alucinaciones y obsesiones y caricaturas impúdicas de la noble figura humana (como le pasó a Klimt con varias de sus obras), es una gran composición articulada en una serie de episodios simbólicos sobre la salvación de la humanidad a través del arte hasta culminar en la alegría y felicidad más puras: el Coro de los ángeles del Paraíso.

Klimt es un artista que siempre me había llamado al atención. Sus poderosos colores son capaces de transmitir todo tipo de sensaciones y si consigues centrar la vista en las imágenes, los detalles rozan la perfección.

Gracias quiero dar al divino laberinto de los efectos y de las causas por la diversidad de criaturas que forman este singular Universo. Por la razón,
que no cesará de soñar con un plano del laberinto.
Por el rostro de Elena y la perseverancia de Ulises.
Por el amor, que nos deja ver a los otros como los ve la divinidad.
Por el olvido,que anula o modifica el pasado
Por la costumbre,que nos repite y confirma como un espejo.
Por la mañana,que nos depara la ilusión de un principio.
Por la noche, su tiniebla y su astronomía.
Por el valor y la felicidad de los otros.
Por los minutos que preceden al sueño.
Por los íntimos dones que no enumero.
(Retazos del "Poema de los dones, J.L.Borges)

"hay viajes que decidimos no hacer"

"hay viajes que decidimos no hacer"